El 2020 es un año que recordaremos para toda la vida y creo que no hace falta especificar el porqué. Además de la famosa pandemia de Covid-19, sucedieron algunas otras cosas que objetivamente no son muy buenas pero que tuvieron un gran impacto positivo en mí. Además, las circunstancias —tanto generales como específicas— me mostraron las personas que realmente merecen la pena y aquellas que no valen ni para zurcir mierdas con un látigo (con perdón y sin él, que no siempre hay que ser políticamente correcto).
En cualquier caso, el infame 2020 me ha enseñado muchas cosas en todos los aspectos posibles. No diré que fue un buen año (dudaría de mi cordura si lo hiciera), pero sí un año de aprendizajes.
Pero la publicación de hoy no es para relatar la crónica del año pasado, sino para centrar la mirada en este. Solo han transcurrido 13 días del 2021 y, a pesar de la cautela que seguimos arrastrando, muchos proyectos rondan mi cabeza. Todavía estoy poniéndome al día conmigo misma en la organización de estos (¡benditas agendas!), pero la ilusión ya ilumina el camino.
Me dije a mí misma que procuraría hacerles más caso a las redes sociales y a esta misma página, y tristemente fue algo que realmente no llegué a cumplir el año pasado. Tengo mis motivos, pero no pondré excusas. A partir de hoy, es un propósito que haré todo lo posible por cumplir. De hecho, quiero publicar aquí semanalmente, y no una vez cada... ¿cuánto? Espero conseguirlo.
Por otro lado, si bien es verdad que comencé con la escritura de la tercera parte de El presagio de Horus, volví a pararlo. Necesito estar al cien por cien con el alma en la trama y... el corazón me pedía continuar con la quinta parte de 13 Milímetros, así que es la novela en la que estoy trabajando ahora. Sabiendo que es la última, me está resultando... especialmente emocionante hacerlo. Todavía queda bastante para terminar el manuscrito, ¡pero ya estoy deseando compartirla con vosotros!
Además, tengo en marcha más proyectos que nada tienen que ver con la literatura y en los que también me estoy volcando. Vienen cargados de ilusión y, con trabajo, espero ir sacándolos adelante.
Como veis, tengo muchas cosillas en marcha. No sé si finalmente tendré que obligarme a reducir las marchas por intentar abarcar demasiado, si tendré que pedirle a Hermione su giratiempo o si conseguiré organizarme de tal modo que todo me salga como yo quiero. En cualquier caso, mi idea es seguir avanzando. ¡No puedo estar quieta!
Para despedirme por hoy, desearos (con algo de retraso 😅) un feliz 2021 (que, por cierto, qué blanco y brillante ha comenzado ❄❄❄).
¡Nos vemos entre las páginas!
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